jueves, 27 de julio de 2017

¿POR QUÉ PACIENTES CURADOS DE CÁNCER DESARROLLAN DEPRESIÓN?: NEUROGÉNESIS

Diferentes estudios han demostrado que la neurogénesis está relacionada con la depresión, de manera que un paciente con este trastorno mental presenta un nivel inferior de neurogénesis (proceso de generación de nuevas neuronas y células gliales). Y de la misma manera, la toma de antidepresivos conlleva un incremento de este proceso. Por lo tanto, la asociación entre ambos factores de estudio parece bastante evidente.


Una vez que sabemos esto, volvamos a la pregunta en cuestión: ¿Por qué pacientes curados de cáncer desarrollan depresión? La lógica nos dice que, después de haber conseguido salir de tal embrollo, esas personas deberían presentar unas ganas de vivir enormes y una alegría exultante, pero la experiencia nos demuestra que, en la mayoría de los casos, ocurre todo lo contrario. Esto se debe a que el mismo tratamiento que frena la multiplicación de las células cancerígenas frena también la neurogénesis y lleva un tiempo generar nuevas neuronas para recuperar la normalidad, período durante el cual el paciente manifiesta esa depresión.


Y efectivamente, por si a alguien todavía le quedaba alguna duda al respecto, los adultos también desarrollan nuevas neuronas, tal y como acabas de leer. Ya es un hecho demostrado que la neurogénesis continua aun después de haberse completado el desarrollo del individuo, quedando ya atrás aquel viejo dogma de la neurobiología que desmentía la regeneración neuronal y que, no obstante, estuvo vigente hasta los años 90.

En la neurogénesis está especialmente implicado el hipocampo, que es una estructura gris que forma parte del sistema límbico y que desempeña también otras importantes funciones como la memoria, el aprendizaje, el estado anímico y las emociones. Se estima que generamos unas 700 nuevas neuronas al día en el hipocampo, una cantidad aparentemente pequeña si la comparamos con los miles de millones que tenemos, pero lo cierto es que a los 50 años habremos cambiado todas las neuronas con las que nacimos en esa zona. Por lo tanto, esta neurogénesis en el estado adulto es mucho más importante de lo que podríamos pensar. De hecho, se ha comprobado también que si frenamos dicha capacidad de regeneración, la memoria se ve mermada.

Dada la trascendencia de la neurogénesis, te puedes estar preguntando ahora: ¿cómo podemos favorecer este fenómeno? ¿Podemos controlarlo? Afirmativo. El estrés, la falta de sueño y el envejecimiento dificultan la neurogénesis, mientras que actividades como el aprendizaje, la actividad física, el sexo o una buena dieta (tanto en lo referente a los nutrientes como a la textura de los alimentos) promueven la neurogénesis. Se ha comprobado que la reducción de calorías de la dieta o la toma de alimentos con flavonoides, ácidos grasos omega-3 y resveratrol tienen este efecto, mientras que las grasas saturadas, el alcohol y los alimentos blandos tiene un efecto contrario. Sabemos que llevar una buena alimentación es fundamental, ya que no solo repercute sobre la neurogénesis, sino también en la memoria y en el estado de ánimo, produciendo una mejora o un agravamiento de los síntomas de la depresión en caso de no cuidar la dieta. Por lo tanto, el efecto de esta sobre la salud mental parece estar mediada por el proceso de generación de nuevas neuronas.


Dicho todo esto, te dejo a cargo de tu neurogénesis, pero ahora eres conocedor de que sigues generando nuevas neuronas y de que puedes intervenir, en cierto modo, en este proceso. ¿Te vas a quedar de brazos cruzados?


2 comentarios:

  1. Interesante artículo! Me encanta la Neuruciencia.
    Un saludo!

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    1. ¡Muchas gracias, Santi! Me alegro de que te haya gustado. A mí la neurociencia también me parece interesantísima. Además, creo que es un campo en el que hay mucho por descubrir todavía. ¡Un saludo!

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